Ataduras

La semana pasada hablamos de aquella generación de israelitas que se quedaron a mitad de camino tratando de llegar a La Tierra Prometida. Recordemos que Israel tenía en su corazón a Egipto como atadura; demostrando que nunca creyeron realmente en la palabra del El Señor (Hechos 7:39).

cadenas1Para todos nosotros, Dios tiene grandes promesas. Pero al igual que en el caso de la generación israelita del éxodo, todos tenemos una o varias ataduras que impiden que los planes de Dios para nuestras vidas se desarrollen plenamente. Pero la pregunta que nos hacemos es ¿Por qué no podemos negociar con Dios nuestra salvación con todo y ataduras? La respuesta es sencilla. Las ataduras pueden dominar nuestro corazón y por eso llegan a determinar nuestras acciones. En pocas palabras, nos hacen pecar.

Si retomamos el caso de Israel nos damos cuenta que en el corazón de las personas existían cinco pecados que finalmente acabaron con una generación casi completa de la nación, a pesar de todas las señales y maravillas que Dios les había mostrado. En la primera carta a los Corintios, capitulo 10 nos describen uno por uno cuales fueron esos pecados. La codicia (versículo 6), La idolatría (versículo 7), La fornicación (versículo 8), la tentación al Señor (versículo 9), y la murmuración (versículo 10).

Estos pecados y otros pecados están vigentes aún en nuestro tiempo, igual o incluso en mayor medida que en los días de Moisés. Y lo más preocupante es que están en la iglesia, en medio de la congregación. Como consecuencia seguimos pecando descaradamente a pesar de caminar al lado de Dios. Nos pasa lo que dice en  Romanos 7:19 “De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.”

Para comenzar a lucha contra esas ataduras que nos mantienen oprimidos, es importante identificar el tipo de atadura a la que nos enfrentamos. En la Biblia podemos identificar tres tipos de atadura, las cuales mencionaremos a continuación:

1- Ataduras emocionales: son aquellos sentimientos y emociones negativas que pueden llevar a las personas a sentirse oprimidas. Precisamente en Lucas 4:18 Jesús nos enseña que Él tiene el poder para liberar a todas las personas que se sientan oprimidas por este tipo de ataduras.

2- Ataduras espirituales: Lucas 13:16 señala a Satanás como responsable de ataduras. En este caso específico, una terrible enfermedad que aquejó durante años a una mujer.

3- Ataduras físicas: La Biblia nos enseña que las ataduras también pueden ser físicas. A veces algunas personas desarrollan ciertas dolencias o enfermedades cuya única salida va más allá de la ciencia médica. La única alternativa, recurrir a El Señor.

Ante el que parece un panorama muy desalentador, llega el momento de tomar decisiones. La primera de esas decisiones es pedir liberación ante Dios. Las personas y en especial los cristianos necesitamos ser libres de nuestras ataduras de forma definitiva. Pero debemos tener en cuenta que el ser libre es una decisión voluntaria. Dios no obliga a una persona a ser libre, si esa persona no lo desea.

Ahora ¿Cómo podemos ser libres de nuestras ataduras? La única manera es entregándole nuestro corazón a Jesús.

Un pensamiento en “Ataduras

  1. Pingback: Ataduras, segunda parte: Esclavos del pecado – des-nudoblog

Deja un comentario